Boca suelta.

Cuando se quiere a fuerza, rebasar la meta

y se abandona todo lo que se ha tenido; 

como tú traes la boca, con la rienda suelta.

Ya crees que el mundo es igual, y se te da lo sufrido.

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Por tantas otras cosas, hubiera yo jurado.

¡Pero qué triste realidad me has ofrecido!

Que decepción tan grande, haberte leído.

Quién sabe Dios, por qué lo habré sentido.

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Y quiero que le digas al mundo,

que se lo digas a mucha gente.

Quiero que te lean otros ojos, 

para que me quieras cambiar, hoy como siempre.

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Ojalá que te vaya bonito.

Ojalá y que se acaben tus penas.

Que te digan que yo, ya no existo.

Y que conozcas, a quién por compromisos no te quiera.

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¿Cuantas heridas hiciste con alevosía?

Que yo no sé, cómo iré a curarlas.

Yo no sé si tu ausencia me mate...

¡Pero nadie me llame me llame cobarde!

Sin saber, lo tanto que he soportado.

¿Cuantas heridas dejaste abiertas?

Cuando se te hizo fácil, andar con la boca suelta.

Intervención del Maestre Jiménez.