La lejanía.

Que más daría por encontrarte tranquilamente
mirarte a los brazos que se han ensanchado
mirarte a los ojos que presumes secos
y mirarte a la boca que celosamente me has guardado.

Mirarte las arrugas que con el tiempo te han cortado el rostro
y mirarte sólo para sabernos uno sólo.
tomarnos un tiempo y recordarnos,
para nunca dejarnos ir de nuevo.

Estar estupefactos, atrapados en el momento
nosotros llevar el compás del minuto
no dejarnos llevar por el momento,
que las miradas nos sigan hasta el fin del tiempo.

Decirte que eres la parte de mí que circula entre mis venas
que eres lo que no puedo evitar pensar, puesto que eres mi pensamiento
que serás mi motor de caminar por el resto de los tiempos
y que quizá nunca pueda ver luz sin tí.

El mal sabor de boca al verte en ira
y el mal sabor de boca al saber que sólo piensas éso de mí.
pues lo peor que me queda en esta vida
será seguir amándote, cuando no soy nada para tí.

Todo fue mentira
todo fue un fruto de la imaginación.
Jamás quisiste compañía
sólo alguien con quién pasar la ocasión.
Sé que encontrarás en menos de un día
un remplazo para la imaginación.